Scratchmom, Rich Port – Envalentonados por la gesta patriótica de Glorimarie Jaime Rodríguez, la nueva alcaldesa del municipio de Guayama, de referirse al casco del pueblo como «downtown Guayama« y de incluso renombrar al municipio «Scratchmom», otros alcaldes a través de la Isla han resuelto de traducir al inglés los nombres de sus propios municipios.


Una church de lo más pretty en el town square de downtown Scratchmom

«¡Güélcom tu Scratchmom Citi!», exclamó oronda la alcaldesa Glorimarie Jaime Rodríguez en su vernáculo inglés goleta, al proclamar los cambios que su administración piensa hacer en su municipio (comenzando con la dudosa traducción de «Guaya-ma» a «Scratch-mom», la cual está más bien traída por los pelos). «It is beri importan for os tu meic chur dat american turists fil at joum in ágüer citi, an juat beter güei dan bai transléitin ol de estrit neims intu ínglich?». En efecto, la alcaldesa novoprogresista no sólo piensa referirse al centro de Scratchmom como «downtown«, sino también de traducir los nombres de las calles al difícil. «Ágüer children güil bi bailíngual iben if dei dont guant tu, bicós if dei dont lern ínglich, dei guont bi éibel tu guet joum!». La Alcaldesa, cuyo calendario rompió récords de venta entre los mecánicos y albañiles scratchmomeses, expresó con añoranza que «its yost a máter of taim bifor de Iunáited Estéits meic os a esteit nau, rait? Ai min, áfter güi jaf transléited ol ágüer sains intu ínglich, dei jaf tu accept os intu der contri, rait?».


La alcaldesa Jaime está buscando tenazmente cómo traducir al inglés el escudo de Scratchmom, que carece de palabras

A pesar de que los residentes del municipio de Scratchmom respaldan las acciones de su nueva alcaldesa, es cierto que muchos han encontrado retante maniobrar en un pueblo donde todos los rótulos están en inglés, cuando muchos de los habitantes no hablan el difícil. «Si yo quiero ir de mi casa a la plaza del mercado», preguntó Doña María Flores, oriunda de Scratchmom, «¿cojo pa’ donde dice ‘downtown‘ o a donde dice ‘outskirts‘?». En efecto, han sido tantos los residentes perdidos que muchos, confundidos, simplemente se rinden y buscan cobijo bajo algún árbol del main square, causando el mayor problema de deambulantes desde la fundación del municipio. Para ayudar a sus compueblanos, la Alcaldesa decidió incluso regalarles a todos una copia del programa de enseñanza «Follow Me», pero nadie pudo acudir a buscar su copia porque nadie sabía qué era, ni mucho menos cómo llegar, al city hall.


Uno de los místicos rótulos que de la noche a la mañana aparecieron por todo downtown Scratchmom, para la confusión de los conductores

En señal de apoyo al gesto pluscuampatriótico de la Primera Mandataria scratchmomesa, otros alcaldes novoprogresistas se han unido al esfuerzo de intentar lograr, simultáneamente, el instantáneo bilingüismo de nuestros niños y el enchule del pueblo estadounidense para con Puerto Rico. «¡Deja que los turistas se den la vuelta por Areceipt!», exlcamó Lemuel Soto, alcalde del otrora municipio de Arecibo. «¡No podrán evitar enamorarse de nuestro city hall, de nuestro town square, de nuestro countryside, en fin, de todas esas cosas autóctonas que desde tiempo inmemorial forman el patrimonio cultural areceipteño!». Igualmente se expresó Willie Alicea Pérez, alcalde de Heypretty (antes conocido como Aibonito): «Ya casi se respira aire de estadidad y se vislumbran incluso copitas de nieve cayendo desde el cielo desde el día que renombramos todo en inglés aquí en ‘The City of the Flowers‘, o como es mejor conocida, ‘The Fridge of Puerto Rico‘!». Otro que se aprovechó de la racha del renombramiento de municipios fue Luis «Rolan» Maldonado, el alcalde de Ciales, quien consiguió un patrocinio corporativo y le puso a su municipio «Viagra».


A juzgar por su forma flácida, el cambio de nombre a «Viagra» le va a ir de maravillas al pueblito de Ciales

Yéndole en contra a la fiebre del momento de traducir nombres al inglés, algunos alcaldes penepés manifestaron «no poder brincar sobre el bandwagon» porque no querían mancillar la imagen de sus respectivos municipios con «nombres desatinados y/o más feos que una patá’ en las bolas a la medianoche». Por ejemplo, Roberto Pagán Centeno, el alcalde de Lares, rehusó cambiarle el nombre a su pueblo a «Thecow» como le fue sugerido; igualmente resistió Gilberto Pérez Valentín, el alcalde de Maricao, «porque mi equipo de asesores me aseguraron que la traducción sería algo controversial y que ahuyentaría a los turistas cristianos… además, acá entre nos, ¡yo no hablo mucho inglés que digamos, así que si rompo a mandar a que traduzcan nombres de lugares y calles, es capaz que me pierdo yo en mi propio pueblo!». Sumándose para la sorpresa de nadie a la negativa de estos alcaldes, los alcaldes populares de Aguas Buenas, Sabana Grande y Comerío adelantaron que rehusarían terminantemente llamar a sus municipios Good Waters, Big Blanket o Eatriver, respectivamente, asegurando vehementemente: «¡Antes muertos que pitiyanquis!».

El nuevo Gobernador de Puerto Rico, Luis Fortuño, vio con buenos ojos el intento de «acercar más nuestro terruño borincano a la perfección que sólo se consigue imitando a los Estados Unidos», y manifestó que está considerando seriamente cambiarle el nombre a la Isla para que esté más afín con los preceptos estadistas: «Ciertamente no puedo descartar el renombrar a Puerto Rico ‘Rich Port’, y de esta manera ponernos de tú a tú con estados de la envergadura de Rhode Island y New Hampshire, cuyos nombres anglosajones ya les garantizan su supremacía. Todos sabemos que sólo asimilándonos al idioma inglés podremos pavimentar el camino hacia la estadidad, porque es harto sabido que los Estados Unidos jamás aceptarán en su nación a un estado con un nombre en español», aseguró, mientras los gobernadores de los estados de Colorado, Nevada, y Florida se reían divertidamente.

Por El Rata