San Juan, Puerto Rico – Luego de la accidental desconexión del Tubo Que Chupa que causó el sorpresivo y totalmente impredecible giro del huracán Omar poniéndolo en ruta a Groenlandia, y que provocó la suspensión del estado de emergencia declarado por el gobierno, la Directora de la Agencia Estatal para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (AEMEAD), Karilyn Bonilla, informó anoche que su departamento está evaluando declarar a la Isla zona de desastre luego de que cientos de miles de ciudadanos reportaran grandes tragedias, miles de heridos e innumerables situaciones de emergencia alegadamente relacionadas al paso del fenómeno meteorológico. De acuerdo a la funcionaria, el estado de confusión y emergencia entre los ciudadanos era evidente, puesto que en lugar de realizar sus llamadas a la Defensa Civil, a la Cruz Roja, al Centro Nacional de Meteorología, a la Red Sísmica, a la Red Caribeña de Varamientos, a la propia AEMEAD o a cualquier agencia que estuviese remotamente relacionada al manejo de cualquier tipo de emergencia, los ciudadanos reportaron sus tragedias al Departamento de Hacienda, mientras solicitaban que toda ayuda gubernamental se diera a través de una moratoria al cobro del Impuesto de Ventas y Uso (IVU) «aunque sea por medio día».

Esta imagen del Centro Nacional de Huracanes muestra el momento en que más cerca de Puerto Rico estuvo el huracán Omar. Se desconoce dónde los meteorólogos que dijeron que nos afectaría directamente compraron el ron caña que estaban bebiendo, aunque se asegura que era de muy buena calidad

«Ayer en la tarde confirmamos el estado de emergencia y desesperación en que se encuentran los ciudadanos del país», afirmó Bonilla sobre las llamadas recibidas. «Definitivamente, las tragedias que están atravesando los puertorriqueños tienen que ser las más graves en la historia del país, porque lloraban desconsoladamente. Parecía como si el mismísimo Demonio los estuviese paseando por el Cuarto Círculo del Infierno. Se notaba que habían sufrido daños, probablemente más que los que causaron Hugo, Georges y Hortensia juntos», dijo la titular.

Bonilla se mostró decepcionada con la imprecisión en los reportes ofrecidos por el Servicio Nacional de Meteorología: «Y eso que el huracán pasó supuestamente a doscientas millas de distancia. ¿Pero quién preparó esos reportes, Susan Soltero?», se preguntó Bonilla, en referencia a la consistentemente equivocada reportera del tiempo de Univisión. «De todos modos, aún tenemos que investigar un poco más. Es que, no sé: todavía no entiendo muy bien cómo el huracán pudo arrasar con todo Puerto Rico excepto Hato Rey», dijo la suspicaz funcionaria, mencionando el lugar donde se encuentran localizadas las oficinas de AEMEAD. «De todos modos, en caso de que no declaremos un estado de emergencia, referimos el caso a FEMA, que de seguro nos declararía zona de desastre aun sin que pase ningún huracán«.

El Gobernador Acevedo Vilá imparte instrucciones al Director del Servicio Nacional de Meteorología, Israel Matos: «Bueno, Isra, ya tuve break de hacer show, de aparentar que estoy manejando una crisis, de comprar votos adelantando cheques del PAN, y más importante, de llegar tarde al debate en WKAQ. Ya puedes decir la verdad sobre el huracán». «Muy bien: Pueblo de Puerto Rico, el huracán no está ni cerca. ¡Vuelvan a trabajar!»

Algunas de las víctimas mostraron a El Ñame los daños que sufrieron, y confirmaron que la única forma de recuperarse era mediante una moratoria al IVU: «Mira, m’ijo, aquí ha llovido un montón. Mira cómo están de ensopá’s mis pobres matitas. Ese Omar por poco me las arranca de cuajo. ¡Fue horrible!», exclamó doña Gertrudis Talavera, vecina de Isabela, mientras sostenía su manguera sospechosamente cerca de su jardinera. «Esto me ha ocasionado daños irreparables. Es un desastre. ¡Definitivamente deben eliminar el IVU, porque así puedo reparar mi jardinera horneando bizcochos en un nuevo horno Sears Kenmore garantizado de por vida!», argumentó Talavera. «Si quieres date la vuelta por todo el patio pa’ que veas los daños. Pero ten cuida’o que no te mojes con los esprinklers… que diga, con el aguacero que está cayendo en el patio de atrás», dijo la sufrida víctima del inclemente mal tiempo.

Esta impresionante imagen de satélite captura el momento en que el ojo del huracán Omar se movía sobre el patio de la residencia de la Sra. Talavera

Mientras tanto, Carlos Méndez mostró los daños ocasionados por el paso del huracán en Aguadilla: «Chequéate cómo quedó el carro del vecino. Yo tenía unos ladrillos en mi patio que iba a usar para remodelar el balcón, y los vientos huracanados los convirtieron en letales proyectiles que le rompieron los cristales. Pero qué mala suerte la del vecino, ¿eh? ¡Es totalmente necesario eliminar el IVU, para poder compensar mi pérdida de ladrillos con un jet ski nuevo, o quizás un kayak!», explicó. Por su parte, Gilberto García, vecino de Quebradillas, se encontraba aún visiblemente afectado ante la hecatómbica condición en que quedó tras los acontecimientos de ayer: «¡No te vayas, Omar! ¡Vuelve! Mira que con las lluvias del mes pasado me pude comprar un plasma, y llevaba esperando pacientemente a que llegaras para comprarme un Home Theater Lifetime 48 de Bose! ¡Si te vas, no me quitan el IVU!», exclamó García entre sollozos. A preguntas de El Ñame sobre si un Home Theater o un televisor plasma constituían artículos de primera necesidad, García respondió que «gracias a mi plasma fue que pude seguir la trayectoria del huracán. Y si no me compro un Home Theater, ¿cómo voy a escuchar a Ada Monzón haciendo su genial imitación de Susan Soltero, dando informes del tiempo totalmente contradictorios cada tres horas? Lo que le faltó fue ponerse a nadar con par de manatíes en un estanque. ¡Claro que es necesario para mantenerme informado!».

La reportera Susan Soltero realiza uno de sus oportunos y precisos reportaj… oh, perdona, Moisés: no fue nuestra intención confundirte con Susan

Por otro lado, el nuevo titular interino de la Autoridad de Energía Eléctrica, el Ingeniero Juan Alicea Flores, aseguró que la agencia está totalmente preparada para enfrentar las irregulares condiciones climatológicas en la Isla: «Nuestra gran capacidad para manejar desastres nos permitió mantener el servicio ininterrumpido a casi la mitad de nuestros abonados durante el desastre. Eso es testimonio de nuestra sólida infraestructura y efectividad administrativa», aseguró el ingeniero. Al recordársele que la Isla no recibió directamente los embates del huracán, Flores alegó que aun así sus efectos fueron considerables: «El huracán ese habrá pasado a setecientas millas de aquí, pero sus vientos huracanados definitivamente se sintieron en todo su apogeo. Imagínate que cuando salí al estacionamiento, el viento me tumbó la gorra! Devastador. ¡Ni jugar golf pude!», aseguró afanado el dedicado ejecutivo.