San Juan, Puerto Rico – El Gobernador de Puerto Rico, Aníbal Acevedo Vilá, luego de haber recibido recientemente notificación de que es el sujeto de cinco nuevas acusaciones federales, ha intentado ofrecer explicaciones que sólo se pueden catalogar como «mongas» para poder excusar las imputaciones que pesan en su contra. El pliego acusatorio describe nuevos cargos de fraude electrónico y conspiración para lavar dinero (allende a los diecinueve que ya se le habían formulado al Gobernador), lo que lo acerca aún más a poder coleccionar todos los cargos federales que se le pueden imputar a un individuo.


Aníbal rezando infructuosamente porque alguien le crea las explicaciones que dará sobre las nuevas acusaciones

«No voy a volver con la misma cantaleta de siempre para explicar la retrahíla de razones por las cuales el Gobierno Federal me sigue dando como a pandereta de Pentecostal», aseguró el Primer Mandatario en la conferencia de prensa que convocó en Fortaleza, «ni aludiré a cómo cada vez que me adjudican una acusación es como si el Tío Sam echara una criolla sobre la Soberanía boricua. Si bien es harto sabido que los Federales se comen los nenes crudos, aborrecen comidas típicas como los guanimes con bacalao, y que son unos desalmados que pescan usando coquíes como carnada, no traeré eso a colación esta vez: me valdré sólo de los hechos para demostrarte por qué estas nuevas acusaciones contra mi persona no son más que una falacia (y una fabricación de unas personas que odian la música de cuatro y a Sandra Zaiter, aunque, bueno, eso no viene al caso)».

El Gobernador comenzó explicando los cargos de «conspiración para lavar dinero», explicando que «ésos son los más pendejos, porque si lavar dinero fuera un crimen, habría que llevarse a todas las amas de casa boricuas presas: ¿quién no ha dejado cambio en algún bolsillo de un mahón, para luego de lavarlo, encontrar las monedas limpias y brillositas? ¿Cuál es el problema con eso?». Acevedo Vilá ofreció la teoría de que «de seguro los Federicos piensan que pueden tirar esa acusación fácilmente, pensando que debe ser cierto que en algún momento habremos llevado a la lavandería alguno de mis trajes Brioni con un cheque en un bolsillo, o que Piti habrá lavado algún billetito que se le quedara a los nenes en algún pantalón, para luego venir a arrastrarme a mí en el asunto… ¡pero se jodieron!», exclamó victorioso el Gobernador. «¡Mi ebúrnea palomita no sabe qué es el trabajo manual, ni ha mancillado jamás sus manitas de porcelana lavando ropa, ni siquiera un día de su vida! ¡Pero a que no vienen a arrestar a Altagracia, la que nos limpia la casa y nos lava la ropa, ¿verdad que no?!».


Según Acevedo Vilá, estas dos lavanderas podrían ser «el próximo blanco de alguna infame acusación federal»

Con respecto a los otros cargos de «fraude electrónico», el Primer Mandatario cambió el tono y bajó su cabeza penitentemente. «Amigo puertorriqueño, aquí es que se ponen los huevos a peseta: tengo que confesarte que, aunque este cargo federal que me imputan son puras patrañas, sí es cierto que he cometido fraude electrónico alguna vez en mi vida. En mis años de mocedad, antes de conocer a la hembraza con la cual ahora comparto mi vida y mi lecho, llegué a utilizar los servicios de Match.com para intentar de conocer a alguien a través del Internet». Acevedo Vilá admitió que «photoshopeó» fotos suyas para mejorar su aspecto («me achiqué esos espejuelos de Mr. Magoo que usaba, y me borré electrónicamente el bigotito de pornógrafo desempleado que solía tener»), y que no sólo eso, sino que también «ensalsó» su perfil personal, describiéndose como «un macharrán alto, guapo y varonil de 22 años que ama practicar deportes y caminar de noche en la playa», lo cual acepta no era del todo cierto, dado que «yo en realidad tenía unos treinta y pico de años». El Gobernador sostuvo, sin embargo, que esas «mentiritas piadosas» no son infracciones a nivel federal, por lo cual el Gran Jurado que le radicó esos cargos está «meando fuera del balde».


Con esa pinta, seguramente nadie le pueda reprochar el «photoshopeo»

Al preguntarle que si bien ha sabido explicar estas cinco nuevas acusaciones, no ha podido aún desembarazarse de las otras diecinueve, Acevedo Vilá rápidamente intentó cambiar el tema: «Hablando de investigaciones abusivas y políticamente motivadas, ¿vieron esa noticia del muchacho que pidió que lo velaran para’o? ¡Y no sólo eso, sino que luego averiguaron que era nieto de Moncha La Grilla! ¡Qué cosa más cabrona! ¡Yo a mí quiero que me velen con una pava en la cabeza, y yo sentado sobre una foto de Pedro Rosselló, ja ja ja!», rio el Gobernador de buen talante. Sin embargo, al ver que ningún periodista en la sala había caído en el jueguito del cambio de tema ni le había creído sus explicaciones mongas, Acevedo Vilá preguntó: «Hablando raitrú, ¿no creen que esa noticia del muchacho que lo velaron de pie es más meritoria de su atención que esta bobería con los Federales? Por Dios, ¡luego de diecinueve acusaciones, ¿qué rayos importan cinco más?!», cuestionó con frustración.

El Gobernador encogiéndose de hombros, preguntándose por qué mejor no escribimos de otra cosa

Por El Rata