San Juan Puerto Rico – Luego de años de ardua investigación y prototipos fallidos, un grupo de científicos ha logrado crear una máquina que convierte el espíritu de la joda en ganas de trabajar, lo cual se proyecta aumentará la productividad de Puerto Rico en un 300%.

«La invención se dio tras un largo periodo de cuidadoso estudio del espécimen portoricensis vulgaris y sus tendencias jodeísticas», aseveró el Dr. Ion Paulik, del Instituto Checo de Investigaciones Baladís. «Nuestra hipótesis era que una fuerza de la naturaleza tan poderosa como las ganas de joder la pita del puertorriqueño promedio ciertamente podría convertirse en otro tipo de energía, gracias a la Ley de Conservación de la Energía. Nuestros estudios preliminares ciertamente así lo demuestran, lo cual es algo sumamente alentador: estimamos que del mandulete estudiante de high promedio se podrán generar aproximadamente 5 kilojulios de ganas de trabajar, y eso no es pellizco de ñoco».


Imagen espectroscópica de la jodeína

Lo que pudo comprobar la eficacia del proceso de conversión fue cuando su primer sujeto de prueba, nada más y nada menos que el ecoterrorista Tito Kayak, se convirtió de un masquejode trepagrúas a un eficiente ambientalista. «Fue un cambio del cielo a la tierra», afirmó el Dr. Paulik. «Examinamos al Sr. Kayak y vimos que sus tendencias a la joda estaban al máximo, tanto así que por poco nos arma una protesta en medio laboratorio con carteles y todo (por razones que no me quedaron claras). Sin embargo, luego de someterlo al procedimiento, en vez de tener solamente ánimo de llevar la contraria y armar escante, salió de aquí derechito a trabajar en faenas ambientalistas menos temerarias, como la siembra de árboles en zonas deforestadas, dar charlas para concientizar a la gente sobre la importancia de la conservación del medio ambiente, y trabajar con distintos sectores para lograr que se popularice la práctica del reciclaje… tú sabes, cosas productivas que uno esperaría que haga un ambientalista en vez de estar todo el día encarama’o en equipos de construcción haciendo na'».


Tito Kayak en plena joda

El Dr. Johan Davidov, asistente del Dr. Paulik, fue el que logró identificar un nuevo tipo de energía básica en sus sujetos de estudio (en su mayor parte estudiantes de escuela superior y políticos del patio), la cual él denominó «jodeína«. Davidov explicó que «la ‘jodeína’ es una fuerza innata en el puertorriqueño que lo hace preferir la joda, el jangueo, y el llevar la contraria, sobre cualquier esfuerzo laboral: es tan prevalente en nuestros sujetos que parecía casi poder violentar todas las otras leyes básicas de la física en éstos. Dicho de una manera en que lo puedan entender los geeks, la jodeína en el boricua promedio es como el conteo de midi-chlorians en Anakin Skywalker», aclaró, ganándose así el desdén de todos los fanáticos de Star Wars que habían pasado años tratando de olvidar ese estúpido concepto que George Lucas se sacó de la manga.


La jodeína en el puertorriqueño promedio es como estos midi-chlorians dentro de Anakin Skywalker

La máquina que construyeron los científicos checos, llamada «Jodetrón 2000», puede en efecto convertir la jodeína presente en el sujeto en ganas de trabajar, lo cual, según las predicciones de los investigadores, «podría triplicar la productividad de Puerto Rico: ¡quién hubiera dicho que había tanta productividad perdida en ganas de joder!». Tanto es así, que sus proyecciones más conservadoras aseguran que, si todos los puertorriqueños fueran expuestos al Jodetrón 2000 y dejaran que se transformase su jodeína en ganas de trabajar, los problemas de la Isla se resolverían en menos de una semana. «Es más», declaró el Dr. Paulik, «con que logremos curar a todos los Legisladores y al Gobernador, con eso nada más ya podríamos al menos evitar que las cosas se sigan yendo a la mierda. ¡Al menos tráigannos a Pedro Rosselló, que con las ganas de joder la pita que tiene ése más na’, da como para cinco!».


La teoría de los científicos es que Rosselló es «un ente luminiscente hecho de pura jodeína que ha tomado forma humana»

Quizás de manera no sorpresiva, el llamado de los científicos a que toda la ciudadanía se persone a la oficina local del Instituto Checo de Investigaciones Baladís (localizado detrás del McDonald’s de la Roosevelt) para reconfigurar el balance de su jodeína, cayó en oídos sordos. «Na’, yo no voy pa’llá na'», declaró un alumno de la Escuela Superior Prócer Puertorriqueño de San Juan. «Por el día estoy muy ocupado cortando clase y haciendo escante por la calle, y por la noche lo mío es janguear con los panas y gritarle groserías a las nenas lindas… no tengo tiempo pa’ esas boberías que están diciendo los doctores chochos esos». Igualmente se mostró negativo un miembro de la Legislatura que pidió permanecer en el anonimato (pero que se joda: fue Jorge De Castro Font): «Temo que eso de que de repente nos den ‘ganas de trabajar’ atentará contra nuestro plan de no hacer tres carajos en el Senado cuando empiece la próxima sesión legislativa. Además, un poco de tesón y amor al trabajo bien hecho podría hacernos avalar el pedido del Pueblo sobre la unicameralidad y eso sí que sería bien contraproducente… para nosotros. ¡Mejor me quedo con mi jodeína, pero también con mi carro y con mi dieta!», declaró.

Por El Rata