Hato Rey, Puerto Rico – En lo que resultó ser la daga punzante que ultimó la inocencia del género musical del reggaetón, el sábado pasado se desató un altercado físico entre dos de los más grandes exponentes reggaetoneros, Polaco y Arcángel, durante el concierto de este último. Dicha trifulca agarró a todos por sorpresa, dado que este tipo de música había sido, hasta ahora, conocido sólo por sus mensajes positivos de paz y amor.

El inusitado suceso se dio cuando Polaco subió a la tarima principal y se fue pico a pico con Arcángel, quien, juzgando por su nombre, se dedica a cantar villancicos navideños e himnos religiosos en ritmo reggaetonero. A pesar de la paz interna que suele llenar a ambos intérpretes, algo sucedió en esa ocasión que su roce se convirtió en un encontronazo físico, para el asombro de los ahí presentes, quienes jamás se hubieran imaginado tal desenlace en un concierto de reggaetón.

¡Papi, Mami, dejen de pelear!

«Me siento francamente destrozada», manifestó entre lágrimas Maritza Iturregui, una de las presentes durante la pelea que se desató en tarima. «Siento que mi corazón se hizo añicos al ver cómo algo que solía ser tan bonito se degeneró en algo tan mezquino como un juego de manos. ¡Si el reggaetón nos ha enseñado algo es que el amor lo puede todo, y que las cosas se resuelven hablando, y no con violencia!». Tan conocido es el mensaje espiritual del reggaetón que el famoso astrólogo y semental trotamundos Walter Mercado ha recomendado a sus seguidores varias canciones en ritmo de reggaetón para hacer meditación, «dado que su cadencia etérea y letra sublimes acercan el Hombre a Dios, y elevan el alma hacia el Infinito».


Polaco, con su cara de meditación

Son muchos los fanáticos del reggaetón que no sólo están atónitos ante la noticia de que hubiera violencia en un concierto de Arcángel, sino que han llegado al punto de cuestionar el mérito del reggaetón en nuestra sociedad. «¡Lejos están los días en que podía escuchar reggaetón para calmar las ansias de mi alma!», exclamó con zozobra Omar «Cangri» De León, otrora un fanático empedernido del género musical quien también presenció la trifulca entre los cantantes. «Ahora cada vez que escucho dembow, se llena mi mente de imágenes de violencia y odio: ¡esto no solía ser así! Recuerdo aún cuando mi yale y yo solíamos acurrucarnos en el sofá mientras escuchábamos la canción aquella del Banshee roba’o… ¡¿y ahora con qué cara le diré a mi hijo que fue concebido durante una canción de Master Joe y O.G. Black?!».

Sin embargo, nadie está más sorprendido que el mismo Arcángel, quien salió temporeramente de su santuario de medicatión tántrica para profesarle a su público sus más sentidas disculpas por haber «mancillado el nombre del reggaetón, y haberle infundido a éste matices de violencia de los cuales anteriormente carecía». El artista aseguró no saber qué lo poseyó para que se rebajara a «responder con golpes ante lo que sin duda alguna se trataría sólo de un malentendido, cuando todos saben que lo mío es el sosiego y las letras con mensajes positivos. Cuando en un concierto mío hay ‘tiraera’ entre cantantes, como es harto sabido, se refiere a que todos nos tiramos flores y loamos las destrezas canoras de los otros intérpretes del género».


Arcángel y sus cejas, con una chaqueta blanca de querubín

Por su parte, Ramón Villanueva, Director del Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot (mejor conocido como el «Choliseo»), se manifestó «sorprendido y patidifuso» ante la tan lamentable situación que se formara en su local. «Nunca antes habíamos tenido problemas con un concierto de reggaetón: el público siempre es tranquilo y bien portado, y nunca ha dado de qué hablar. Y ni se diga de los intérpretes, que son personas famosas por ser amantes del orden: se ha sabido incluso de conciertos en los que el público, inspirado por la paz interna de los cantantes, han roto espontáneamente a cantar ‘Kumbayá’ unidos todos de las manos… ¡no como en el último concierto de Chayanne, que hubo un tiroteo y par de peleas a cuchillazo limpio!».


El Choliseo fue testigo ocular de la muerte de la inocencia del reggaetón

Luego del inusitado suceso entre Arcángel y Polaco, los administradores de centros de actividades artísticas han anunciado que estarán más recelosos sobre la seguridad de sus eventos. Según Villanueva, para los próximos conciertos que se llevarán a cabo en el Choliseo se duplicará el personal de seguridad y se establecerán perímetros con vallas alrededor de la tarima para «evitar que se forme un caos total: ¡chacho, si se armó un salpafuera en un concierto de reggaetón, no quiero ni imaginarme el despingue total que se armaría por ejemplo en un concierto de Luis Fonsi!».

Por El Rata