San Juan, Puerto Rico – Como fuera mencionado recientemente en En El País De Los Ciegos (a quien le creemos más que a la prensa del país), el Gobernador de Puerto Rico, Aníbal Acevedo Vilá, se eñangotó ante el Gobierno estadounidense al declarar que la Isla sería el conejillo de Indias para la implantación de la tarjeta de identificación federal conocida como el «Real ID». En efecto, fue tan súbito y precipitado tal doblegamiento que el Gobernador se lesionó la espalda y su médico de cabecera le recomendó que «dejara de eñangotarse tanto» para que su dorso pueda sanar.

Todo comenzó cuando, para agradar a sus amos colonizadores, Aníbal Acevedo Vilá decidió que Puerto Rico sería el primer territorio en implementar la nueva cédula de identidad federal conocida como el «Real ID», la cual fue diseñada con el supuesto propósito de proveer más seguridad ante el robo de identidad y por ende mayor seguridad nacional, y el propósito actual de permitirle al Gobierno Federal poder mantener información sobre los ciudadanos y monitorear sus movimientos de una manera conveniente.


Algo así lucirá el «Real ID», el cual aparentemente te pone la cara borrosa por alguna razón

«Me parece una vil calumnia esto de que en Puerto Rico se implementará el ‘Real ID’ porque soy dizque un ‘eñangota’o'», dijo el Primer Mandatario mientras se acomodaba la faja que le ayuda con su dolor de espalda. «Esta nueva tarjetita te proveerá a ti, amigo puertorriqueño, seguridad y privacidad sin precedente, y es bien fácil y rápida de obtener. Cuando tengas que renovar tu licencia, sólo tienes que hacer lo siguiente: llenar la Forma DTOP-775 en un Centro de Servicios al Conductor (CESCO) ; traer un certificado de nacimiento original (y si se te perdió en el revolú del cuarto, nada, vas al Registro Demográfico y pagas un sello de $5 para que te den otro, que ahí siempre te pueden dar una copia original, aunque suene ilógico); presentar tu tarjeta de Seguro Social (y si te la comió el perro, pues pides una copia a la Oficina de Seguro Social); traer una factura de luz o agua que evidencie tu dirección residencial (porque el Gobierno no tiene ni puta idea de dónde tú vives); y finalmente, tienes que pagar un sellito de $5 de Rentas Internas. ¿Qué puede ser más fácil que eso?».


Aníbal Acevedo Vilá practicando su eñagotamiento en pos de perfeccionarlo

Sobre el argumento de que el «Real ID» traerá «seguridad sin precedente», le preguntamos al Gobernador que si es cierto que la seguridad de las licencias de conducir en Puerto Rico era un problema, entonces por qué éstas eran tan fáciles de falsificar, pareciendo haber sido laminadas en una farmacia, a lo que éste respondió iracundo, volteándose hacia sus ayudantes: «¿¡Quién fue el inepto que chotió lo de nuestro contrato exclusivo de laminado de licencias con las Farmacias El Amal!?» (uno de sus asistentes respondió tímidamente: «Creo que fue usted, Señor Gobernador… ahora mismo…»). Al preguntarle igualmente que con la desorganización típica de las oficinas gubernamentales, y la premura con la que se dio este mandato, que cómo era posible que el proceso de obtener licencias fuera ahora más rápido que antes en vez de más lento, y éste respondió: «Bueno, eso fue lo que me dijeron los americanos que yo dijera, y debe ser cierto si lo dicen ellos», mientras Condolezza Rice le sobaba su pancita para su deleite. Cabe recalcar que en lo que el Gobernador respondía a nuestra pregunta, tres viejitos murieron esperando en el CESCO de Carolina en lo que le renovaban su licencia.

Dado que Acevedo Vilá negó molesto que él fuera un «eñangota’o» por autorizar la expedición del «Real ID» en Puerto Rico cuando ningún estado ha comenzado a usarlo (y lo que es más, muchos de éstos han pasados leyes prohibiéndolo), le preguntamos si no hubiera sido una mejor muestra de la «soberanía» que tanto pregona unirse a los otros estados y no dejarse apabullar por el Gobierno Federal, a lo que éste replicó molesto: «¡Pues claro que soy soberano! ¡Y a mí me da la soberana gana de hacer lo que la Administración de Bush me diga, a ver si congraciándome con ésta va y me quitan de encima par de estos carguitos federales!», explicó el Primer Mandatario, vistiendo una gorra del Tío Sam y una camisa con la bandera americana y un águila con el mensaje: «NEVAR FORGET!».


Así luce ahora el screen-saver del Gobernador

Comprobando el eñagotamiento frecuente de Acevedo Vilá, sin embargo, está el hecho de que éste sufre intensos dolores de espalda, y que incluso tuvo que ir donde un ortopeda para que lo ayudara a mejorarse. «Uno no debe nunca doblegarse tanto ni tan rápido», recomendó el Dr. Luis Arocha Patín. «No sólo fue éste el caso del Gobernador», reveló el galeno, violando así todas las reglas de privacidad del paciente, «sino que luego lo mangué jugueteando con Michael Chertoff, el Secretario del Departamento de Seguridad Nacional, quien le lanzaba una bola para que Acevedo Vilá la fuera a buscar y se la trajera de vuelta, y luego lo premiaba tirándole una galletita al aire. ¡Así no se cura nadie!».


Foto en la que, si fuéramos mejores con Photoshop, hubiéramos remplazado la cara de la muchacha con la de Chertoff y la del perro con la de Aníbal

En cuanto a las reacciones de los puertorriqueños sobre la implementación de esta nueva cédula de identidad, éstas han sido muy variadas. Pedro Albizu Betances, un confesado «pipiolo comefuego de boina y chancleta», se manifestó en contra del «Real ID», argumentando: «En mi época, cuando el gobierno quería carpetearte tenía que hacerlo a la antigua: poniendo camarones a perseguirte y anotar con quién andabas; pagándole a chotas de barrio para que hablen de tus asociaciones; e infiltrando agentes encubiertos en tus organizaciones para que te lleven a emboscadas policiacas en lugares remotos. Con esto del ‘Real ID’ como que se le hace todo demasiado fácil: ¡así no da gracia!». Menos consternado que Albizu Betances resultó estar Juan del Pueblo Rivera, quien sólo opinó que «después que no me quiten el mantengo, por mí que me pongan un tatuaje del Tío Sam en una nalga si quieren».


Mejor no le des ideas a Chertoff, Juan del Pueblo: ésa no es la cara de alguien que no se atrevería a tatuarte una nalga

Quizás la más sorpresiva reacción resultó ser la de Nadine Strossen, la Presidenta de la Unión de Libertades Civiles Americanas (ACLU), quien dijo: «Para mí ese eñangotamiento crónico del Gobernador de Puerto Rico es lo mejor que le hubiese podido suceder a la causa: ¡si hay algo que podrá convencer al Gobierno Federal y a los otros estados que deben darle fin a la mierda de ‘Real ID’ es el tronco de despingue que se formará en Puerto Rico cuando traten de implementarlo!».

Por El Rata