El Internet, Ciberespacio – En respuesta a la apremiante necesidad de muchos terroristas islámico-extremistas que se ven forzados a vivir lejos de sus familias de castigar según la ley de Alá a sus esposas infieles, se ha creado un nuevo portal internáutico que le permite a la comunidad entera apedrear cibernéticamente a estas mujeres pecadoras.

El creador del nuevo sitio de Internet, llamado «abedreo.com», Ibrahim Aduz, aseguró que aprovechó lo que él consideraba «un hueco en el mercado» que tenía que llenarse. «Creé este bortal internáutico borque nuestros hermanos jihadistas no bodían castigar a sus mujeres infieles desde las remotas cuebas donde tienen que bibir mientras lleban a cabo su misión sagrada», aseguró, con su fuerte acento árabe que es tan caricaturesco como es hilarante. «Bor eso abrí el sitio ‘abedreo.com,’ que bermite la creación de una comunidad birtual a trabés de la cual se buede ‘abedrear’ a aquellas esbosas que biolenten la ley de Alá fallando a sus deberes matrimoniales».


Así luce el «berfil» de un usuario en «abedreo.com» [Imagen cortesía de Charlie Malanga]

Aduz, quien cuenta con sólo 22 años de edad, explicó que los usuarios de «abedreo.com» simplemente crean un perfil en la comunidad, en el cual pueden describirse, hablar de sus gustos, sus actividades preferidas, y discutir sus pasajes favoritos del Corán: cada usuario puede entonces buscar sus amistades y establecer una conexión con ellos. «Claro está», aclaró el joven empresario, «sólo los hombres bueden crear sus berfiles bersonalmente: los berfiles de las mujeres sólo bueden abrirse en relación con el de su esboso: ¡nada de mujeres solteras merodeando nuestra comunidad sin suberbisión masculina!». Enseñándonos más sobre el interfaz del sitio, cada usuario puede ver la lista de sus conexiones: al lado de cada foto hay enlaces para poder interaccionar con cada amistad, como por ejemplo «Embiar Mensaje», «Ber Amigos», y «Abedrear» (en caso de que la «amistad» en cuestión sea «una de esas mujeres mezquinas que le hayan fallado a su marido»).


¡Albricias! ¡Parece que un poco de justicia divina está por caerle encima a alguien! [Imagen cortesía de Charlie Malanga]

El nuevo sitio ha tenido una gran acogida entre lo que Aduz había predicho sería su público primordial: jóvenes jihadistas que, debido a la secretividad que rodea sus actividades terroristas, se ven obligados a separarse del lecho matrimonial por meses y algunos incluso años, durante los cuales, de verse burlados por sus esposas, no tendrían ningún recurso para «llober sobre ellas el fuego de la ira de Alá» descrito en el Corán, que requiere apedrear a las mujeres infieles por su gran falta. Uno de los jóvenes extremistas, quien se identificó sólo como «MuhammedLober22», reveló que gracias a una de sus amistades en el sitio se enteró que su esposa Aliah había hablado con el panadero de su aldea sin su velo, prueba fehaciente de que estaba teniendo relaciones íntimas con éste: «Rábidamente le embié un mensaje a todas mis conexiones de que mi esbosa era una gran ramera, y que tenían que abedrearla inmediatamente bara que se haga la justicia dibina. En cuestión de media hora ya ella había recibido cientos de abedreos en el sitio, bara que seba que tanto Alá como yo le tenemos el ojo echado. ¡Buta!».


El Tablón de Edictos donde chotearon a la sata de Aliah [Imagen cortesía de Charlie Malanga]

En efecto, la mujer en cuestión notó que la próxima vez que se conectó a su cuenta, había recibido más de 300 apedreos virtuales de sus conexiones (las cuales eran, en su mayoría, amigos de su marido que ella misma nunca había conocido). «¡Ay, Alá mío!», exclamó Aliah con zozobra. «¡Beo que mi bergüenza es total! Sé que le fallé a mi esboso aquél día que se me soltó el belo en la banadería y rebelé bulgarmente mi rostro a un hombre que no era mi marido. ¡Ciertamente he abrendido que no hay manera de boder ebadirse de la justicia de Alá, que no hay firewall ni dirección de Internet bribada que la bueda barar!».


Aquí la infame adúltera Aliah está a punto de darse cuenta de que fue apedreada por su traición

Ya otro usuario, quien prefirió permanecer en el anonimato dado que no quería que su vergüenza se hiciera pública, anunció que también estaría dándole «uso dibino» a las facilidades del portal comunitario: «Un amigo de mi bueblo me dijo que había bisto a mi esbosa guiñándole el ojo a otro hombre, seguramente de manera seductiva y sensual (¡ya saben cómo son las mujeres!). Cuando le embié un mensaje electrónica bara bedirle exblicaciones, ella me dijo que no había habido traición alguna, que quizás sería que le cayó algo de arena en un ojo o algo así… ¡bero sé que son mentiras! Sí, claro, como si hubiera arena bor todos lados en Iraq: ¡tremenda excusa!» El joven burlado, quien lleva más de un año en una localidad secreta en las montañas, rápidamente clamó justicia ante la comunidad y su esposa también fue apedreada virtualmente: «¿Yo aquí encuebado por la causa, teniéndome que contentar con las muchachas de las aldeas becinas, o, en el beor de los casos, con animales montescos, y ella no es quién bara mantener sus bárbados cerrados? ¡Bamblinas! ¡Bien merecido que se tiene ese abedreo!», añadiendo con énfasis: «¡Lalalalalalá!».


Un usuario anónimo en su moderna computadora, presto a apedrear cibernéticamente a la que se lo tenga bien merecido

Hablando sobre qué otros proyectos similares tiene Aduz en mente, éste admitió que está considerando abrir otro portal similar, esta vez llamado «jihadeo.com», para facilitarle a sus compatriotas a «llober la ira de Alá sobre los Infieles, incluso desde la lejanía de una cueba». En dicho sitio, cada futuro mártir tendría conexiones con uno o más «inmundos infieles, breferiblemente judíos o americanos», y la interfaz del sistema le permitirá hacerle un «jihad» cibernético a cada infiel en su lista: «sería como un abedreo, bero más contundente». Al preguntársele por qué razón algún «infiel» occidental se molestaría siquera en abrir un perfil en «jihadeo.com», Aduz declaró: «¡Es muy sencillo! Los atraeremos como siembre se ha hecho desde que se creó el Internet: ¡brometiéndoles nenas bien ricas y tratamientos bara agrandamientos de bene!».

Por El Rata