Washington, D.C. – Mientras el Presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, se encontraba dando un discurso en el Centro de Convenciones Walter E. Washington en la ciudad capital, un fuego se encendió en el lobby principal del Centro que al final del día culminó en un saldo de 150 muertos y 49 heridos. Testigos oculares relatan que al empezar a ver humo saliendo de la puerta principal, el Presidente instruyó a los presentes a calmadamente salir por las salidas de emergencia que estaban a su derecha e izquierda y que comunicaban directamente al exterior del edificio. Sin embargo, la muchedumbre, optando por hacer lo contrario de lo que dijera el primer mandatario, salió corriendo directamente a la puerta principal, sólo para ser víctima del fuego que claramente estaba teniendo lugar detrás de ésta.


La gente no le creyó cuando dijo que las puertas de salidas eran las más seguras. ¿Por qué sería? ¿Habrá algún antecedente para que la gente no confíe en él?

«En retrospectiva, creo que fue algo estúpido correr directamente hacia el fuego, pero consideren por un momento quién era la persona dando las instrucciones», nos dijo John Denver, uno de los sobrevivientes, quien respiraba de un tanque de oxígeno. «Cuando el Presidente dijo que todo estaría perfectamente bien si salíamos calmadamente por las puertas de emergencia, inicialmente me empecé a mover hacia la puerta, pero entonces me acordé de que éste fue el mismo morón que dijo estar seguro que había armas de destrucción masiva en Irak y que envió a nuestros hijos a morir por nada a ese país. ¡Por el amor de Dios, él se trepó en un portaaviones a decir que la misión en Irak estaba cumplida y ya van más de tres mil muertos desde ese día! Pues aparentemente todos decidimos que probablemente era mejor asumir que hacerle caso al Presidente sería otro desastre y cogimos la juyilanga para el lobby, y que se jodiera el fuego que claramente se veía al otro lado de la puerta».


Un devastador fuego se ve claramente en un lado del cuarto, y George W. Bush te asegura que las salidas de emergencia son la alternativa más segura: ¿cuál escoges?

«Comprendan, gente, que más vale malo conocido que malo por conocer», nos dijo Alicia Newton, mientras paramédicos le inyectaban morfina para calmar el dolor de las quemaduras de segundo grado en sus brazos. «¿Qué hace el fuego? Pues te quema y te puedes ahogar con el humo, así que ya sé que si vaciaba la fuente del ponche encima de mí y me cubría la cara con un paño, pues tenía break de salir con vida. Si le hacía caso al Presidente, tenía que salirme por una de dos puertas que él indicó que eran seguras. ¿Pero qué tan seguras? ¿Tan seguras como las calles de Baghdad se suponían iban a estar a estas alturas? No, hombre: agarré esa fuente, me mojé completita, y aquí estoy, vivita y coleando, aunque más quemá’ que un chicharrón».

Se informó que en el Centro de Convenciones de San Juan se dio más o menos para la misma hora un incidente parecido con el Gobernador Aníbal Acevedo Vilá: sin embargo, decidimos proveer cobertura solamente sobre este incidente con el Presidente Bush para evitar que dijeran que la tenemos cogía con el Gobernador.