Palacio de la Luz, Ciudad Celestial – Dios, Ser Supremo y Hacedor de Todas las Cosas, admitió hoy que al momento de crear el Hombre y el Ornitorrinco estaba «más jalao que un timbre’e guagua», asegurando que cuando destruya nuestro universo y lo rehaga de nuevo, Se asegurará de estar sobrio al sexto día para que no vuelva a suceder lo mismo.

«Me duele admitirlo, pero eso fue lo que pasó», confesó apesadumbrado el Todopoderoso. «Nada, después de cinco días completos de crear cosas a diestra y siniestra, como que Me enzorré, y al sexto día Me dio la grandísima idea de inventar el pitorro… ¡y pa’ qué fue eso!» Yavé contó cómo Se la pasó gran parte del sexto día probando de su nueva invención: «Ya el quinto día por la nochecita había creado el maví, y como que me gustó la cuestión, pero como le faltaba un je ne sais quoi«, aseguró, añadiendo incidentalmente que inventó el francés inmediatamente luego de haber inventado la rendición. «Así que le metí mucho empeño y cuando vine a ver lo que había hecho, resultó ser pitorro… ¡y del fuertecito!»


Así que ya sabes: tu abuelo no era el único que se daba su juanetazo de Ron Cañita…

Luego de pasársela todo el sexto día «creando botellas de pitorro por un tubo y siete llaves», contó cómo perdió noción del tiempo, y dieron las seis de la noche y todavía no había creado nada más, lo que lo hubiese puesto «behind schedule«. Al apresurarse por crear lo que se supone fuera Su máxima creación, antes de darse cuenta lo que había creado fue a Adán: «Y no lo creé sabio, pacífico, generoso, como era Mi intención antes de ponerme a beber… ¡lo creé así mismito como son to’s ustedes: pecador, guapetón e irrespetuoso!». Dios aseguró que «aunque soy infalible, esto de crear el Hombre es lo más cerquita que he estado de meter la pata. Fue sólo después que se Me había pasado un poco la borrachera que Me di cuenta de lo que había hecho: no me quedó más remedio que crear a la Mujer también, porque si el Hombre iba a ser la espina en Mi dorso, no podía dejar que el Hombre se quedara por ahí tranquilito haciendo lo que le diera la gana sin nadie que lo pusiera en su sitio. Je je, ¡menos mal que no estoy casado, porque si no, ese último comentario Me saldría bien caro!»


Si Dios no hubiera estado bebido al crearlos, quizás Adán y Eva todavía estarían tranquiléin en el Jardín del Edén

El Creador rememoró igualmente que el concepto del «libre albedrío» fue un resultado desafortunado de «haber mezclado pitorro con cerveza Medalla» (la cual había creado al segundo día, antes de crear el buen gusto, lo que explica por qué Le quedó tan mala): «Si hubiera estado más sobrio Me hubiera dado cuenta que eso de dejar que el Hombre pudiera elegir sus acciones no era la mejor idea: digo, si lo hubiese creado sobrio, quizás el Hombre usase su libertad de elección para hacer el bien de diferentes maneras, pero creo que todos sabemos muy bien para qué lo está usando realmente». Yavé admitió sin embargo que no puede culpar completamente al Hombre por su naturaleza: «Ya les dije que creé al Hombre a Mi imagen y semejanza: ¡y creo que si Me hubieran visto al séptimo día abrazando Mi Toilet Divino, hubieran hallado una gran semejanza de verdad!»


El libre albedrío: el porqué de las armas nucleares, el Holocausto, y las películas de Pauley Shore

«Luego de toda esa juerga», continuó el Todopoderoso, «está de más decir que al otro día amanecí con una resaca que pa’ qué te cuento, y con una peste encima que ustedes quizás reconocerían como de viejo bolitero borracho. El punto es que el séptimo día no Me quedó más remedio que sleep in y cerrar las ventanas para que no Me molestara la luz», añadiendo que incidentalmente fue el séptimo día que se inventó el Panadol («¡Para el dolor de resacas divinas, Panadol!»). En efecto, es al Divino dolor de cabeza que padeció el Ser Supremo al que se le atribuye la creación del ornitorrinco, el extraño mamífero que pone huevos y tiene pico de pato : «¡Ustedes también hubiesen creado un engendro mutante similar si hubieran tenido una migraña como la que tenía Yo!»


Ya sabemos que el ornitorrinco no es ni un accidente de la naturaleza ni un milagro evolutivo, sino simple y sencillamente un descojón producto de una jumeta

La condición en que se encontraba el Ser Supremo arroja luz sobre muchas interrogantes que la comunidad científica se llevaba haciéndseo dese tiempo inmemorial. Por ejemplo, el Dr. Paulik, el científico checo que aparentemente se la pasa más tiempo asesorando a El Ñame que haciendo experimentos en la República Checa, aportó que «el hecho de que Dios haya estado con una jumeta que nadie se la apea explica, por ejemplo, la extraña combinación en el Ser Humano del sistema reproductivo con el sistema excretor: o sea, ¿jelou? ¿A quién se le ocurre?» Igualmente el Dr. Paulik dictaminó que este descubrimiento descarta completamente la teoría «fatula y charrísima» del «Diseño Inteligente» (nada más que un facsímil razonable del Creacionismo) que dicta que la complejidad de la vida tiene que querer decir de que un ser aún más complejo tuvo que haberla creado, dado que «a un ser tan ‘inteligente’ nunca se le hubiera ocurrido mezclar Medalla con pitorro».


Cerveza Medalla y pitorro: una mala combinación

Para concluir, Dios prometió que nunca volverá a hacer lo mismo: cuando destruya a la Tierra y recomience Su creación en Marte, se asegurará de no volver a crear el alcohol, o al menos de estar sobrio durante el proceso creacionista: «Y sí, síguete riendo de esta historia hereje escrita por estos ratas, cangrimanes y marranos«, te retó el Todopoderoso mirándote directamente a los ojos mientras lees esto frente a tu computadora: «Yo te cojo bajando. Sí, así como lo oyes: bajando«.


La mirada severa de Dios (¡todavía estás a tiempo de ir a donde Yiye Ávila para que te salve!)

Por El Rata