Alguna Ciudad, Algún País del Medio Oriente – En un desenlace trágico a una vida dedicada al servicio público de su país, algún/a líder de algún país del Medio Oriente fue asesesinado/a ayer en manos de un terrorista suicida. En este horrible acto de terrorismo murió no sólo la persona en cuestión, sino que probablemente también perecieron decenas de otras personas que lo/la acompañaban en la función o lugar público donde sin duda tuvo lugar el ataque.

El ataúd conteniendo los restos del/de la occiso/a tuvo que pasar entre la muchedumbre que impedía su paso, entre el gentío que gritaba y gemía y trataba de tocar el féretro. En otras partes del país en cuestión, los habitantes también dieron muestras de duelo ante la pérdida del/de la líder político/a que fuera víctima del infame ataque, reuniéndose en las plazas públicas de su nación, gritando desconsoladamente, y quizás hasta disparando metralletas al aire. También, por eso de no perder la costumbre, es posible que algunos llevasen antifaces consistentes de pañuelos rojos, levantando pancartas donde rezaban mensajes anti-americanos, y quién sabe si igualmente varias efigies del Presidente George W. Bush fueron quemadas y pisoteadas.


Los compatriotas del/de la víctima tratando de tocar el féretro, y llorando pérdida de ese/a gran líder

Dicho sea de paso, el Presidente Bush leyó un mensaje de pésame desde su estancia en Crawford, Texas, o desde Camp David, o incluso quizás desde la Casa Blanca misma: «El pueblo estadounidense se une al duelo del País del Medio Oriente donde ocurrió este tragedia sin sentido: el asesinato de Quien Sea fue un acto cobarde y mezquino de un musulmán extremista, que sólo nos afianza más en nuesta creencia de que la lucha en contra del terrorismo, esté donde esté, es el deber del pueblo americano. Todos sentiremos profundamente la pérdida de éste/a gran político/a, quien lo más probable abrió brechas en las relaciones entre los países del Medio Oriente. Que en paz descanse la Persona que Fuera, y que Dios y Alá lo/la tenga en la Gloria».


El Presidente Bush, desde algún lugar, dio su más sentido pésame ante la violenta muerte de Quien Sea

Mohammed Al Habib, residente del país donde tomó lugar el asesinato, habló sobre el coraje que siente su pueblo: «Todos mis compatriotas estamos llenos de dolor e ira, y el gemido de nuestras mujeres se debe poder oír claramente hasta en el país de al lado. La persona que asesinaron fue muy querido/a por su pueblo, y fue un/a pionero/a quien hubiera quizás podido lograr mejorar las relaciones de nuestro país con el país vecino con el cual nos reñimos desde tiempo inmemorial, y quizás por eso es que fue asesinado/a. ¡Las personas responsables por este vil acto que se preparen, que la muerte de este/a gran hombre/mujer no quedará sin ser vengada!», añadiendo «¡Lalalalalalalalala!»


Los habitantes de la nación en duelo se manifestaron en las calles, con pancartas que rezaban: «¡Querido/a Líder, Te Queremos!»

Por El Rata