Washington, D.C. – Después del alboroto que se formara tras el anuncio del candidato demócrata Barack Obama de que éste dejó de usar un prendedor con la bandera americana, fuentes han confirmado que lo que empezó siendo ridículos aspavientos sobre un tema sin importancia se ha convertido irónicamente en la trascendental revelación de que Obama es, en efecto, un agente encubierto de Al Qaeda.


Barack Obama sin el patriótico prendedor: ¡sólo con el testigo!

Barack Obama, uno de los candidatos para la presidencia de los Estados Unidos por el Partido Demócrata, manifestó en una conferencia que la razón por la que había dejado de usar su prendedor después del 11 de septiembre es que había visto muchos casos de «patriotismo falso», donde gente que sí usaba el prendedor se comportaba de modo anti-patriótico. Luego de que su comentario fuera la noticia del momento en la cadena Fox News (en lo que tenemos que asumir fue el «slow news week» más cabrón de la historia de la televisión), investigaciones más a fondo realizadas por el Negociado Federal de Investigaciones (FBI, por siaca) revelaron que la verdadera razón es nada más y nada menos que Obama es un operativo secreto del grupo radical islámico de Al Qaeda.


El prendedor pluscuampatriótico, cuya carencia delata a un terrorista malparido

«Hasta cierto punto me alegro que me hayan descubierto», confesó Barack Al Obama desde su nuevo hogar en la prisión militar en Guantánamo, Cuba. «Ya no soportaba más tener que fingir que me importaban los asunto de este país lleno de infieles que se ahogarán en un lago de su propia sangre. Ya mucho tiempo tuve puesto ese inmundo símbolo de la soberbia del Gran Satán, que quemaba mi pecho de buen musulmán como un fierro caliente». Al Obama continuó describiendo que su plan era escalar a los escaños más altos del gobierno, y una vez llegara a la presidencia, «implosionar pa’l carajo a esta nación impía y decadente». Sin embargo, Al Obama no pudo evitar manifestar lo extraño que le estuvo que tardaran tanto en descubrirlo: «Por el amor de Alá, si mi apellido es Obama, y soy marroncito: ¡no sé cómo no me habían guindado por las bolas hace uff!», callando abruptamente para no darle ideas a sus interrogadores, y finalizando: «Allahu Ackbar!«


Obama y Osama: hello, people! Duh!

«¡Si yo lo sabía!», exclamó con alborozo el comentarista político Bill O’Reilly durante un bien merecido reposo de sus excursiones inter-culturales. «Siempre he dicho que todo aquél que no se pusiera en su solapa un prendedor de nuestro símbolo más preciado, la bandera de los Estados Unidos de América, no es más que un terrorista comunista de mierda: yo no me quito mi prendedor con la bandera ni para cagar. Ahora, al descubrirse el secreto de Obama, la historia me ha dado la razón, como se la dará también a nuestro glorioso Comandante en Jefe sobre la guerra en Irak», concluyendo: «Bushu Ackbar!«


Barack Obama entre un mar de banderas americanas; «No vengas ahora a tratar de cagar más arriba del culo, Mohammed o como quiera que te llames», regañó O’Reilly; «Too little, too late!«

En Puerto Rico, el Gobernador Aníbal Acevedo Vilá ha decidido tomar medidas preventivas antes de que alguien cuestione su propio sentido de orgullo patrio, por lo que ha hecho alardes de todas las representaciones de la bandera puertorriqueña que lleva siempre encima, en su camiseta, en la boinita, en las gafas, en las chancletas mete-deos, e incluso en la ropa interior (según intimó pícaramente su consorte, Piti Gándara): se rumora incluso que ha retenido los servicios de consultoría de moda de nada más y nada menos que el mejor ejemplo de patriotismo boricua desbordante, el vistoso boxeador Héctor «Macho» Camacho.


«Miren lo cómodo que me veo con ese tremendo banderón allá atrás», puntualizó Acevedo Vilá curándose en salud; «¡Que no se diga que este santo varón es un terrorista, o peor aún, un pitiyanqui!»

Las primeras pesquisas sobre Al Obama que se llevaron a cabo cuando la FBI allanó su residencia sólo revelaron fotos del Presidente George W. Bush con tajos hechos por tijeras y desecradas con un marcador rojo, que de por sí no fueron evidencia suficientemente contundente de que había gato encerrado por tratarse, después de todo, de un candidato demócrata. Sin embargo, al investigar más a fondo se halló la evidencia que finalmente lo inculpó, a saber: ediciones del «Al Qaeda Times» encontradas debajo de la cama del candidato; afiches de Osama Bin Laden en poses seductoras; y copias del libro «America: The Book» de Jon Stewart, que son, según O’Reilly, «la marca más segura de un anti-patriota».


Foto encontrada en la residencia de Al Obama que no es prueba de que éste es un terrorista, sino de que comparte el mismo parecer del 70% de los estadounidenses

Poco se sabe de la fuente anónima que proveyó la información que delató el origen radical islámico de Al Obama, más allá de que ésta se identificó a las autoridades con el indescifrable pseudónimo de «Cillary Hlinton».


Al Obama y Hillary Clinton charlando, mientras Clinton pensaba: «Ríete mientras puedas, so cabrón…»

Por El Rata