Oslo, Noruega – El pasado viernes, el ex-Vice Presidente de los Estados Unidos, Al Gore, fue anunciado como co-ganador del Premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos en combatir el calentamiento global de la Tierra. Después de ganar, perder, ganar, perder, ganar y finalmente tener que conceder la presidencia de los Estados Unidos a George W. Bush, el ex-Vice Presidente ha hecho de la lucha por el ambiente el norte de su vida. Este esfuerzo le ha ganado la credibilidad y el respeto del mundo: dos premios Óscar por su película, «Una Verdad Inconveniente», y ahora, el más grande honor que se puede conceder a una persona por su labor por la paz mundial. Por supuesto, el presidente George W. Bush estaba furioso al respecto.

Al Gore: distinguido Ciudadano del Mundo, campeón de la lucha por salvar a nuestro planeta, ganador de dos Óscares, un Emmy, autor de un libro «best seller» y recipiente del premio Nobel de la Paz; todo eso después de que Bush le robara las elecciones; este cabrón no hizo limonada de limones: él hizo filet mignon

«¡Yo quiero uno! ¡QUIERO UNO!», gritó iracundo en conferencia de prensa el Presidente George W. Bush. «Si buscar a los terroristas y eliminarlos donde quiera que estén, y traer la democracia a Irak no te gana el Premio Nobel de la Paz, ¿qué tengo que hacer entonces? Irak está mejor ahora que cuando estaba Saddam Hussein. El mundo está mejor ahora sin Saddam Hussein. De verdad, ¿qué carajo tengo que hacer para que la gente me quiera?», sentenció un exasperado Bush. «Pero Gore, que se prepare para una lucha por ese Premio Nobel: habrá ganado los votos del panel para el Premio Nobel, pero todavía puedo ganarle en el Colegio Electoral aunque haya sacado la mayoría de los votos, como en las elecciones del 2000, ¿verdad?», dijo mirando a uno de sus asesores político quien respondió con una mirada anonadada.


La Democracia de Bush: llegando de los cielos como fuego que todo consume a la ciudad de Baghdad durante la invasión de Irak: «¡Así es que se trae paz y democracia a un pueblo! ¡Con acción pronta y decisiva! ¡No con una mierda de presentación de PowerPoint sobre el ambiente!», reseñó Bush

Al cierre de esta edición, el Presidente Bush estaba trabajando fervientemente los teléfonos, pidiendo un recuento de los votos de los cinco miembros del comité por el Premio Nobel de la Paz, pero no era claro cómo podría esto darle la victoria, porque sorpresivamente para él, no estaba ni siquiera nominado.