Puerta de Tierra, El Viejo San JuanEl Tribunal del Pueblo, entidad surgida del éter la semana pasada con el propósito de ventilar la alegada ilegalidad de la construcción del Paseo Caribe en predios que son, según muchos, patrimonio nacional, se vio forzado a restructurar su panel de jueces para evitar la apariencia de parcialidad, contratando como única juez a la famosa y temperamental Judge Judy Sheindlin.


Judge Judy Sheindlin, advirtiendo a los que entran a su corte: «A mí sí que no me vengan con patrañas, que si quisiera que me mintieran descaradamente iría a ver un debate político»

Juan Mazquejo Degetau, encargado de organizar las vistas del Tribunal del Pueblo, originalmente había asegurado la participación de ocho virtuales desconocidos en los campos de la ley, el ambientalismo, la economía, y por razones inexplicables, la geografía, para servir como jueces de dicha institución. El mandato del cuerpo era el de «emitir una declaración en rechazo a la construcción de Paseo Caribe», lo que muchos críticos tildaron de «parcializado» y «carifresco», e incluso un crítico manifestó: «¿Tienen un mandato de emitir un veredicto de culpabilidad antes de pasar la evidencia? Están jodiendo, ¿verdad?». Para aplacar esas críticas, que podrían restarle validez a este cuerpo sin fuerza legal y establecido de la nada sin ningún mandato del pueblo, Mazquejo Degetau decidió remplazar esos ocho jueces con una figura cuya imparcialidad era intachable, poniendo a Judge Judy como la única deliberante de la entidad.


La sarta de vagos que no tienen nada mejor que hacer durante el día que agarrar su Paraguazo de Pizza Hut para sentarse bajo el sol a observar los procesos del Tribunal del Pueblo

«Yo personalmente no veo cuál es la pendejá'», declaró Mazquejo Degetau. «Es claro que ya dijimos que nuestro tribunal iba a rechazar el proyecto de Paseo Caribe, pero no es mi culpa que esos cabrones sean culpables por estar construyendo en un lugar donde impedirán el acceso al Fortín San Jerónimo, unas de las fortificaciones más importantes de nuestro patrimonio nacional, según me cuentan, porque yo hasta la semana pasada ni sabía que existía».


Éste el majestuoso Fortín San Jerónimo, cuya existencia el pueblo de Puerto Rico podrá seguir ignorando después que se asegure acceso irrestricto a éste por parte de la compañía constructora

Al empezar las vistas, encabezadas por la irascible Judge Judy, se depusieron varios testigos que explicaron el «atropello por parte del cuerpo policiaco que aviolentó a nuestras personas, sacándonos a la fuerza del terreno de construcción que invadimos«. Judge Judy, airada, dictaminó: «Pérate un momentito: ¿ustedes se metieron ilegalmente en terreno privado para tratar de detener esta construcción, en vez de usar el foro legal correspondiente, le tiraron piedras a los policías, y vienen ahora aquí a lloriquearme que los sacaron a la fuerza? ¡No me meen la pata y vengan a decirme que es que está lloviendo! ¿Qué carajo más iba a hacer la Policía, se le pidió si a ustedes que se salieran y ustedes no le hicieron caso? Es más, ¡no se me acerquen mucho al estrado, que les doy un cocotazo yo también!»


«Aguántate, papo: you’re kidding me, right?«, declaró exasperada la jueza a uno de los deponentes. «No me vengas con otra cantaleta de ‘abuso policiaco’ porque te doy un ejemplo de ‘abuso judicial’, ¿estamos?»

La jueza dirigió gran parte de su ira contra de Alberto de Jesús, mejor conocido como Tito Kayak, quien, luego de morir asfixiado en la luna, hace unos días fuera resuscitado usando magia negra por la loiceña Madama Toña, quien le hizo saber que su labor en este mundo de «meterse en donde no le compete a joder la pita» todavía no había finalizado. De Jesús estuvo varios días encaramado en lo alto de una grúa de construcción, y cuando finalmente bajó de ésta, simplemente se le permitió regresar a su casa a reposar. Judge Judy, por su parte, aseguró: «¡Si hubiera sido por mí, lo hubiera puesto a reposar de cabeza en la cárcel, y le hubiese hecho pagar a la compañía constructora todo el dinero que ésta perdió por su cuenta!»


Tito Kayak trepado en una grúa, usando un pañuelo negro para «retener el alma en el cuerpo», según las precisas instrucciones de Madama Toña tras haberle hecho un despojo y revivirlo

Al ver que Judge Judy iba a empezar con otra cantaleta y a seguir a poner a los protestantes como chupa, éstos tomaron la decisión unánime de disolver al Tribunal del Pueblo y dejar que las cortes del país se encarguen del asunto. Mazquejo Degetau aseguró: «Prefiero mil veces atenerme a la decisión del cuerpo judicial parcializado y politiquero que tenemos en Puerto Rico que tener que recibir otro mangue de la gringa jodona ésa».

Por El Rata